Concretamente vamos a hacer referencia a su última temporada en Moto 3, la temporada 2013. Esta temporada ha sido la más emocionante que se recuerda en los últimos años: tres pilotos (Salom, Rins y Viñales) llegaron a la última carrera con opciones de ser campeones del mundo. El que ganara esta carrera (celebrada en Cheste, Valencia) sería el nuevo campeón del mundo. De los tres pilotos el máximo favorito para ser campeón del mundo era Luis Salom, debido a que era el que más carreras había ganado (7) y era el líder del mundial antes del comienzo de la carrera.
La carrera se desarrolló como se esperaba (con los tres pilotos que se jugaban el mundial en cabeza) hasta que faltaban 10 vueltas para el final, en ese momento Luis Salom se cayó perdiendo todas sus opciones de ganar el mundial. Pese a que el piloto ya sabía que no alcanzaría el logro por el que tanto había luchado durante dos temporadas y que tan cerca había tenido, su primera reacción fue levantarse y correr a por su moto para finalizar la prueba. Finalmente, Luis Salom acabó la carrera en la 14ª posición y fue Maverick Viñales quien se llevó la carrera y el campeonato del mundo. Con esta acción de querer continuar y seguir luchando hasta el final, Salom reflejó su amor propio y su respeto por la competición y los miembros de su equipo que tanto habían luchado junto a él para llegar hasta ese momento. Aquí podemos ver una vez más el reflejo de valores olímpicos tan destacables como el valor de superación y de sufrimiento.
Pero la gesta de Luis Salom no finalizó ahí. Cuando llegó a su box y se bajó de la moto fue entrevistado y realizó estas declaraciones. En ellas daba las gracias a los otros dos pilotos que habían competido con el por el mundial (Viñales y Rins) porque lo habían hecho esforzarse y convertirse en mejor piloto y deportista. Estas declaraciones nos tienen que servir para reflexionar acerca del valor del contrario en la competición. Si seguimos el ejemplo de Salom, debemos de ver a los contrarios como aquellas personas que nos hacen esforzarnos más durante los entrenamientos y la competición y ese esfuerzo nos lleva a mejorar. Así que como dice Luis Salom, "los rivales me han ayudado a mejorar por lo que les tengo que estar agradecido". Lógicamente una manera de mostrar ese agradecimiento a los rivales es siendo respetuosos con ellos en todo momento y saber comportarnos tanto en la derrota como en la victoria. ¡Si nos esforzamos no estaremos lejos de ser unos grandes deportistas como Luis Salom!
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